Os descubrimos hoy una bodega auténtica como pocas, de esas que desprende historia por cada costado. Data de 1930 y es una de las bodegas más antiguas del barrio de Horta. A tan solo 2 minutos del metro, hacia la zona de Santes Creus, antiguo centro neurálgico de este barrio.

La bodega está situada en una esquina y desde fuera no llama la atención. Os llevaréis una grata sorpresa al entrar. Un lugar que conserva su autenticidad y ha sabido unir tradición e innovación en cada uno de sus platos y combinaciones.

Nos encanta el ambiente y ese aire vintage, tan de moda hoy en día, con la única diferencia que en este caso no es buscado, sino que lo da la propia historia del local. Excelente variedad de vinos y vermuts que además va renovándose y actualizándose cada semana.

Cuenta con un personal súper amable y abierto a hacer recomendaciones tanto de tapas como de vermuts, de hecho tienen sus propias listas de combinaciones vermut + tapa para que no fallemos en nuestra elección. También ofrecen combos como el “vermutet para dos”, incluyendo sus dos vermuts y dos tapitas, pózimas secretas de aderezos y otras delicatessen.

Los precios son muy ajustados, así que no tendréis que romper la hucha para probar un buen puñado de sus deliciosos maridajes que rondan por los 3 euros.

Sobre todo que no os pase desapercibida, por que vale mucho la pena.

Calle d'Horta, 1, 08031 Barcelona